Abandono escolar: una de las realidades que padecen los menores en riesgo de pobreza

La diferencia entre un niño de nivel socioeconómico bajo y alto en 3º de Primaria, equivale a casi dos años de escolarización

El abandono escolar se hace más notable entre las niñas, niños y adolescentes españoles cuyas familias están en riesgo de pobreza y exclusión social. En España, la existencia de un sistema educativo público puede llevar a pensar que todos los menores tienen garantizado el acceso a una educación gratuita y de calidad, pero desgraciadamente no siempre es así. 

Uno de cada tres niños y niñas españoles están en riesgo de pobreza o exclusión social y las condiciones socioeconómicas de sus familias impactan en su educación. Así lo demuestra este dato: el 16,7 % de los alumnos se vieron obligados a abandonar los estudios de forma prematura, según un estudio realizado por el Centro de Políticas Económicas de Esade (EsadeEcPol)

Además, este escrito pone de manifiesto cómo la diferencia en la renta y en el nivel socioeconómico entre dos niños de la misma edad, afecta a su nivel educativo. Un ejemplo: la diferencia entre un niño de nivel socioeconómico bajo y uno alto en un curso como 3º de Primaria, en asignaturas como matemáticas y lengua, equivale a casi dos años de diferencia de escolarización

Sin embargo, el abandono escolar no es la única consecuencia educativa que afecta a las niñas, niños y adolescentes en riesgo de pobreza o exclusión social. Hay otros efectos que también afectan a su formación académica: 

  • La brecha digital afecta al acceso a la educación, debido a que los hogares con una renta inferior a los 900 euros tienen más dificultades para disponer de un ordenador y de conexión a internet, sin poder disponer de dispositivos digitales o acceso a contenidos online, limitando así sus posibilidades educativas. En esta línea, según la Plataforma de Infancia, 500.000 niños y niñas viven en casas sin ordenador. Y cerca de 100.000 niños y niñas no disponen de internet en casa.
  • Menos probabilidades, o incluso imposibilidad, de participar en actividades extraescolares que sean de refuerzo para su bienestar físico (deportivas, ocio o recreativas) o bien de fortalecimiento de habilidades, donde disfrutar y obtener satisfacción. No poder realizarlas, impacta negativamente en su desarrollo y dificulta su integración social. 
  • Los menores que provienen de familias con rentas bajas y dificultades socioeconómicas presentan resultados académicos más bajos, un índice más elevado de repetir curso, así como mayores niveles de absentismo. 

Una emergencia en casa

El actual contexto socioeconómico en España se ha agravado considerablemente en los últimos dos años, debido a los efectos de la pandemia y el incremento de la inflación, presentando datos preocupantes que han empeorado la situación de millones de familias en España: el 28,9% se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social (casi 2,5 millones), el 17,7% de los hogares con menores de 18 años afirman haber tenido retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda (hipoteca, alquiler, recibos de gas, luz o comunidad, entre otros). Además, la inflación se situó en un 9% el mes de septiembre, según la Encuesta de Condiciones de Vida 2021, publicada por el INE, mientras que el coste de la cesta de la compra ha aumentado un 15,2 % en 2022, según la OCU. 

La respuesta de Aldeas Infantiles SOS
La conjunción de todos estos datos ha derivado en una emergencia en muchos hogares españoles y como respuesta frente a esto, Aldeas Infantiles SOS ha lanzado la campaña Emergencia En Casa con el objetivo de concienciar acerca de esta cruda realidad y paliar los efectos de la misma. Con 30€ se cubren las necesidades educativas de un niño o niña durante un mes: material y transporte escolar, libros de texto, ropa, calzado y artículos de higiene. Con ello, Aldeas también presta atención a las familias con dificultades para hacer frente a los gastos educativos de sus hijos e hijas. Por otra parte, se proporciona refuerzo escolar y acceso a dispositivos digitales para reducir la brecha educativa y digital, meriendas, juegos, tutorías individuales, salidas culturales y de ocio, y talleres educativos.