Mi hijo no ha sacado las notas que espero, ¿qué hago?
Hoy en ‘Cosas de Niños’ hablamos sobre cómo trabajar en positivo la llegada de las notas y nuestra compañera Alina Balasa da algunos consejos.
Ha llegado el final de las clases y también el ansiado verano. Para las familias esto supone un conflicto, muchas veces, debido al efecto de las notas finales. Es normal que padres y madres se preocupen por ello, pero también es completamente cierto que los niños y niñas no siempre van a tener los resultados esperados. En estos casos, el apoyo incondicional de la familia es fundamental para mejorar la actitud e implicación del alumnado con el centro.
Alina Balasa, directora del Programa Centro de Día de Aldeas Infantiles SOS en Collado Villalba, cuenta que, a veces, las familias “ponen mucha presión sobre sus hijo/as para que obtengan calificaciones perfectas”. Sin embargo, esto puede resultar contraproducente: “Tiene un impacto sobre la salud emocional de cualquier niño o niña porque estará sometido a un estrés y una ansiedad totalmente innecesaria en la niñez”, explica.
Por eso, esta profesional insiste en la importancia de que las familias marquen unas expectativas reales en cuanto a la capacidad de sus hijos: “Las expectativas se van construyendo día a día entre la familia y el centro educativo, por este motivo, el padre y/o la madre deben tener una cercanía y presencia para conocer la realidad escolar y las capacidades de sus hijo/as. Así se crearán los hábitos necesarios en el hogar y contribuirá al desarrollo psicosocial de sus hijos”.
Al final, es relevante que el núcleo familiar no sienta esa presión del sistema educativo para que no haya una repercusión negativa en casa. Los niños y jóvenes se darán cuenta y si ellos no están bien emocionalmente, será más complicado encontrar la motivación para avanzar. “Necesitan estar bien y darse cuenta de que es capaz de conseguir lo que se proponga con el esfuerzo adecuado”, cuenta Balasa.
¿Cómo actuar estás vacaciones si las notas no son las esperadas?
- Si tu hijo trae malas notas a casa, lo primero es no alterarse. Humillarles o emplear malas palabras nunca sirven de ayuda.
- Evita generar un sentimiento de frustración en ellos. Siempre deben tenerse en cuenta las capacidades de los hijos/as, tanto a nivel social, intelectual y emocional para que los padres comprendan sus límites y no generar esa frustración.
- Practica la escucha activa y conversa. Así podrán expresar a qué se deben esas notas, qué le ha sucedido y cómo se siente.
- Trabaja las asignaturas suspensas en equipo durante las vacaciones y fomenta la responsabilidad. Establece un plan de estudio con ellos. “La dinámica en el hogar (estudio y el ambiente de trabajo) son elementos influyentes en el resultado académico. Es importante que los niños, junto a sus familiares, establezcan objetivos, tiempos y metas. De esta manera podemos anticipar los resultados e incluso prepararnos para los suspensos”, explica la directora del Centro de Día.
- No permitas que no disfruten del verano. No les mantengas aislados de sus compañeros, de los eventos familiares o de las excursiones veraniegas. “No deberíamos utilizar las notas para premiarlos ni para castigarlos. Ya es suficiente castigo tener malas notas en clase, vergüenza y culpa propia o menosprecio de los ojos de tus compañeros, con los vecinos o con la familia más lejana”, detalla la experta. Por ello, considera importante no sacrificar los momentos familiares y de ocio: “Tu hijo o hija tiene derecho a descansar en vacaciones, a reír, a jugar con sus amistades, a compartir tiempo con su familiar aunque haya sacado malas notas. Una buena salud emocional es un factor esencial para el buen rendimiento académico”.
- Mantente en contacto con el profesorado para trabajar en común por el bienestar del niño o la niña. Balasa describe que hay que colaborar en la búsqueda de soluciones para “comprender los motivos que llevan a esa situación, visualizar las necesidades reales de los niños y permitir que pida la ayuda que necesita. Eso es asumir la responsabilidad y las consecuencias de sus actos”.
En conclusión, asegura que “tenemos que entender el suspenso como un resultado del proceso y buscar qué partes o factores de este proceso de aprendizaje no se están pudiendo desarrollar con normalidad o de forma óptima tanto en el hogar como en la escuela”.
¿Pueden tener esas malas notas un significado?
Averiguar el porqué de esas notas es algo que trae a las familias de cabeza. Por eso, queremos mostrarte algunas cuestiones que pueden ayudar a descubrirlo.
- Falta de motivación.
- Incapacidad para establecer una rutina de estudio.
- Una salud mental inestable. En este caso, si es necesario, acude a un psicólogo o psicóloga. En Aldeas Infantiles SOS damos prioridad a la salud mental y garantizamos atención psicológica individualizada para garantizar el bienestar físico y emocional de los niños y niñas.
- Dificultad en el aprendizaje. El trabajo de los logopedas aquí es muy importante, ya que pueden evaluar, diagnosticar y rehabilitar trastornos relacionados con la comunicación, dificultad de atención o concentración.
Recursos educativos para acompañar a tus hijos este verano
Cuando hay que aplicar nuevas rutinas o diferentes formas de afrontar una problemática, siempre es bueno tener una guía. En Aldeas Infantiles SOS contamos con recursos para alumnado, familias y profesorado de educación primaria y secundaria. En nuestros Programas Educativos podrás encontrar material digital para trabajar en el hogar y en el aula con niños y adolescentes.
Entre nuestras propuestas la educación en valores es una prioridad. Por eso, estos recursos tratan cuestiones educativas pero también emocionales. Dispondrás de guías, noticias interesantes y material audiovisual para trabajar con tus hijas e hijos este verano. ¡Ponlo en práctica!
En conclusión…
Antes de reaccionar a las notas escolares debes analizar los diferentes factores que pueden haber influido en ello. Da prioridad a la comunicación y establece medidas acordes a la situación. Además, no olvides que una nota numérica solo es el resultado de cómo te ha salido un examen un día a una hora concreta, con preguntas específicas elegidas por el profesor sobre un tema. Por lo tanto, asegura Balasa, “si los etiquetamos en base a esa nota, sea de 0 o de 10 estaremos dañando su autoestima y estaremos poniendo en riesgo el vínculo seguro que tiene con nosotros”.
“El niño o niña que suspende puede autoetiquetarse como tonto, vago o no válido para la vida o no válido para tener el amor de mamá o papá”, explica. Aunque también el o la que saque un 10 puede sentirse presionado para llegar a esos niveles de rendimiento “y volverse una persona muy autoexigente, con intolerancia al fracaso”.
Importante: “No deberíamos hacer uso de las notas para culpar al niño/a del malestar familiar”, concluye. Pues hay familias con diferentes problemáticas más graves que no quieren mirar y focalizan su atención y cargan con toda la culpa al niño/a y sus notas.