Qué es el edadismo: cuida a quién te cuida
Los abuelos son clave en las familias. Conoce la discriminación que sufren muchas personas mayores por su edad y cómo evitarlo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que el edadismo hace referencia a “la forma de pensar (estereotipos), sentir (prejuicios) y actuar (discriminación) con respecto a los demás o a nosotros mismos por razón de la edad”. Según esta organización la mitad de la población mundial es edadista con las personas mayores. Son más discriminados, sobre todo, en Europa. ¿Pero por qué se actúa así con las personas de mayor edad? ¿Cómo podemos evitarlo?
En ocasiones esta discriminación está influida por la estructura social o la cultura de cada región. No obstante, a raíz de la covid-19 cada vez hay más conciencia acerca de esta problemática. Ahora, las personas mayores se han posicionado en el centro. La soledad que muchos viven ha generado alerta en las familias porque los abuelos y abuelas también son una parte importante de ellas.
Dónde se refleja el edadismo
El edadismo se ejerce sobre todo en personas mayores que comienzan a ser dependientes y carecen de autonomía. No obstante, hay diferentes maneras de discriminación hacia ellos. Puede reflejarse en diferentes ámbitos:
- En la familia. A veces la edad se utiliza para dividir a las personas o categorizarlas. Estas situaciones injustas pueden vivirse en las familias cuando se genera un entorno donde la opinión de las personas mayores se vuelven irrelevantes. No se tienen en cuenta sus gustos, preferencias o, simplemente, se infantiliza su figura porque piensan que no tienen nada mejor que aportar. Realmente es todo lo contrario: una vida a sus espaldas con grandes historias y consejos que aplicar.
- En las instituciones. Las normas aplicadas por las instituciones, muchas veces, no tienen en cuenta las necesidades de las personas mayores. Por ejemplo, a través de su normativa o leyes o el lenguaje empleado.
- En el entorno digital. La brecha digital está a la orden del día. Aunque cada vez más mayores aprenden los usos de las tecnologías, la realidad es que, todavía, sigue siendo una barrera que derribar.
- En el trabajo. El Centro Internacional sobre el Envejecimiento (CENIE) indicaba en 2019 que “la discriminación basada en la edad parte de la idea de que las personas trabajamos mejor o peor en función de la edad que tengamos”. Se considera que a partir de una determinada edad trabajamos menos. Esta discriminación en el trabajo, normalmente, se produce a partir de los 55. Una idea que desde el CENIE consideran errónea porque las empresas pueden estar perdiendo un potencial valioso.
La OMS establece 3 formas para hacer frente al edadismo: legislación, actividades educativas y las intervenciones intergeneracionales. La educación aquí es clave, sobre todo, para niños, niñas y jóvenes.
En Aldeas Infantiles SOS trabajamos esto desde una perspectiva positiva. Tan sencillo como cuidar de quien te cuida. En nuestros Programas de Familia Extensa encontramos a muchos abuelos que cuidan de sus nietos cuando la figura paterna y materna no está presente. Su esfuerzo, muchas veces, es invisible y no cuentan con las herramientas necesarias. Por eso, les ayudamos a cubrir sus necesidades básicas para que el cuidado de sus nietos no sea un obstáculo.
Qué consecuencias puede tener el edadismo
Naciones Unidas (ONU) establece que “el edadismo conduce a una salud más pobre, al aislamiento social, a muertes tempranas y cuesta a las economías miles de millones de dólares”. Por eso, además de poner el foco en la prevención del edadismo, también hay que proteger a aquellos que lo sufren. Porque las consecuencias que puede provocar son:
- Depresión y baja autoestima.
- Aislamiento social.
- Malestar físico.
En conclusión, el edadismo puede hacer que las personas tengan una salud más pobre. Ahora que se acerca el Día Mundial de los Abuelos debemos recordar la importancia de detectar las actitudes que promuevan esta discriminación. Así, comenzaremos a valorar a esas personas que siempre han estado a nuestro lado y a las que llamamos abuelos.