Aldeas Infantiles SOS reivindica el derecho de los hermanos en acogimiento a crecer juntos: “Mi hermana lo es todo para mí“

- El informe Hermanos en acogimiento: Derecho a crecer siempre juntos expone la importancia de preservar los vínculos fraternales y denuncia la falta de datos oficiales sobre la separación y su impacto.
- La organización de atención directa a la infancia asegura que la separación de hermanos en acogida vulnera sus derechos y afecta a su bienestar emocional y a su desarrollo.
- Aldeas Infantiles SOS reclama medidas urgentes para asegurar que los niños, niñas y adolescentes en el sistema de protección puedan permanecer junto a sus hermanos.
Accede al informe Hermanos en acogimiento. Derecho a crecer siempre juntos
Descarga el vídeo con grupos de hermanas #SiempreJuntas: https://youtu.be/8lNsKN3U8cs
Madrid, 7 de abril de 2025. En el marco del Día de los Hermanos, que se celebra el 10 de abril, Aldeas Infantiles SOS alerta sobre la falta de datos oficiales relativos a la separación de hermanos en acogimiento. La organización hace un llamamiento a las administraciones públicas para que adopten medidas que garanticen su derecho a permanecer juntos, tal y como establece la Ley de Protección Jurídica del Menor. Mantener las relaciones fraternales resulta clave para la estabilidad emocional de los niños, niñas y adolescentes que han perdido el cuidado parental y ayuda a mitigar su sentimiento de desarraigo.
“Mi hermana es mi persona de referencia, la primera a la que recurro cuando me ocurre algo y cuando necesito estar con alguien que me entienda. Separar a los hermanos en acogimiento es romper un vínculo que puede ser su único sostén emocional. Yo no me imagino mi vida sin mi hermana, ella lo es todo para mí. Nos hemos ayudado a sanar, a avanzar, y a construir una vida juntas”, comenta Mariam, una joven de 22 años que creció en la Aldea Infantil SOS de San Lorenzo de El Escorial junto a su hermana pequeña.
Pero, a pesar de que la legislación nacional e internacional reconoce su derecho a permanecer juntos, la separación de hermanos en acogimiento es una realidad en España. La ausencia de datos oficiales sobre el número de niños y niñas en el sistema de protección que han sido separados de sus hermanos impide conocer el alcance del problema y dificulta la adopción de medidas adecuadas para garantizar su bienestar. Así lo asegura Aldeas Infantiles SOS, que defiende el importante rol que desempeñan las relaciones fraternales en la resiliencia y la recuperación emocional de los niños, niñas y adolescentes que son separados de sus padres.
“Los hermanos son, en muchos casos, el principal vínculo afectivo de los niños en acogimiento, una fuente de apoyo y estabilidad emocional”, sostienen desde la organización de atención directa a la infancia. “Cuando se ven obligados a crecer separados, pueden experimentar un mayor sentimiento de desarraigo y pérdida, lo que repercute negativamente en su desarrollo y en su capacidad de afrontar la adversidad”.
La Ley de Protección Jurídica del Menor establece que los hermanos con una medida de protección deben permanecer juntos siempre que esto no sea contrario a su interés superior. Esta disposición está respaldada por la Convención sobre los Derechos del Niño y las Directrices sobre las Modalidades Alternativas de Cuidado de los Niños, que subrayan la importancia de evitar la separación de hermanos y de garantizar su contacto cuando no sea posible la convivencia en un mismo entorno. Sin embargo, en la práctica, múltiples factores dificultan la acogida conjunta de hermanos. Entre ellos, la falta de familias de acogida que puedan recibir a grupos de hermanos, la diferencia de edad entre ellos o la existencia de necesidades especiales.
En el informeHermanos en acogimiento: Derecho a crecer siempre juntos, Aldeas Infantiles SOS profundiza en el impacto de la separación de hermanos en acogimiento, destacando cómo esta afecta su desarrollo emocional y su capacidad de adaptación. A través de un análisis detallado, el informe identifica las barreras que dificultan su acogida conjunta y propone medidas para garantizar su derecho a crecer juntos.
En nuestro país, casi 52.000 niños, niñas y adolescentes crecen en el sistema de protección. El 49 % lo hace en centros residenciales y el 51 % en acogimiento familiar. De estos últimos, el 59 % vive con algún miembro de su familia extensa, abuelos y tíos por lo general, y el resto con familias no emparentadas. Todos ellos están separados de sus padres, pero continuamos sin saber cuántos, además, han sido alejados de sus hermanos.
El estudio también recoge testimonios de grupos de hermanos y hermanas que han crecido juntos en las Aldeas Infantiles SOS, es el caso de Lourdes, de 24 años: “La vida en la Aldea, para mí, era como la de cualquier otro niño con su familia. Ibas al cole, hacías tus tareas, jugabas… Tener a mis hermanas fue un gran apoyo y gracias a ellas la adaptación fue mucho más fácil. Por eso creo que es fundamental que los hermanos y hermanas en acogimiento puedan crecer juntos. Porque están viviendo lo mismo que tú, te entienden como nadie, y tener a alguien con quien contar lo cambia todo”.
Medidas para evitar la separación
Aldeas Infantiles SOS reclama la plena aplicación del derecho de los hermanos en acogimiento a permanecer unidos y compartir su infancia y propone, para ello, una serie de medidas. En primer lugar, la acogida conjunta ha de ser un criterio prioritario en la planificación del acogimiento, y su separación solo debe producirse cuando existan razones de peso que indiquen que mantenerlos juntos es contrario a su interés superior.
Asimismo, la decisión sobre el tipo de acogimiento más adecuado debe tomarse en un proceso participativo que tenga en cuenta la opinión de los propios hermanos. “Es esencial que las autoridades y los profesionales consideren sus necesidades y deseos en todas las etapas del proceso, desde la selección del recurso hasta la finalización de la medida de protección”, explican desde la organización.
Otro aspecto clave es la dotación de recursos financieros y humanos suficientes para facilitar la acogida de grupos de hermanos y garantizar que puedan mantener su vínculo afectivo. Esto incluye apoyo a las familias de acogida, formación especializada para los profesionales del sistema de protección y la creación de programas específicos que trabajen las relaciones fraternales durante el tiempo que dure el acogimiento.
Para abordar la magnitud del problema, Aldeas Infantiles SOS reclama la recopilación de datos oficiales y estadísticas sobre los hermanos en acogimiento. Para la organización, esta parte es crucial porque “conocer cuántos están separados y en qué circunstancias permitiría diseñar políticas más efectivas para evitarlo”.
También es imprescindible la definición de estándares unificados en todas las comunidades autónomas, que establezcan buenas prácticas para la no separación de hermanos en la toma de decisiones sobre acogimiento. Además, en aquellos casos en los que no sea posible la convivencia conjunta, se debe garantizar el derecho de los hermanos a mantener el contacto. Aldeas Infantiles SOS ofreció durante el último año un entorno familiar protector a 1.310 niños, niñas y adolescentes que habían perdido el cuidado parental, garantizando que los hermanos puedan crecer juntos.