¿Cómo puedo ayudar a un niño que sufre violencia?

Hoy en ‘Cosas de Niños’ hablamos sobre los tipos de violencia que puede sufrir la infancia y cómo podemos ayudarles.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta 1000 millones de niños de entre 2 y 17 años en todo el mundo fueron víctimas de abusos físicos, sexuales, emocionales o de abandono en 2021. Esto influye en su desarrollo emocional y físico teniendo una gran repercusión en su vida adulta. 

Asimismo, la organización internacional afirma que entre las consecuencias que pueden generar estas agresiones encontramos lesiones graves, trastornos en el sistema nervioso, embarazos no deseados, abortos provocados, aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares o pérdida de oportunidades.

En ocasiones es difícil averiguar si un menor pasa o no por una situación de violencia, ¿a qué debo prestar atención? ¿Cómo lo detecto o debo actuar? A lo largo de este artículo hablamos sobre los diferentes tipos de violencia más habituales que sufren niños y niñas y cómo ayudarles. 

Tipos de violencia

Estos ataques hacia los menores de edad se producen por diferentes motivos y existen múltiples factores de riesgo, entre ellos, por ejemplo, la falta de apego emocional entre los niños y sus padres o cuidadores, por razones de orientación sexual, identidad de género, ausencia de protección o una situación socioeconómica vulnerable, entre otras. 

Las formas más comunes en las que se manifiesta esta violencia son:

  1. Agresiones físicas y golpes, que pueden provocar múltiples lesiones. 
  2. Agresiones psicológicas o amenazas, que pueden convertir al niño o niña en una persona antisocial con dificultades para relacionarse con su entorno. 
  3. Abuso sexual, que hace referencia no solo a la práctica de relaciones sexuales con un niño o niña, también a tocamientos o exposición a material pornográfico. En este caso, es importante mantenerse alerta ante, por ejemplo, una conducta sexual explícita o el uso de juegos que resultan inapropiados para su edad. 
  4. Ciberacoso, cuando los insultos y amenazas suceden en el entorno digital, utilizando imágenes o vídeos. Muchas de las formas de ciberacoso son complicadas de detectar, por eso, en Aldeas Infantiles hemos elaborado una guía sobre cómo hacerlo para frenar esta problemática a la que están expuestos todos los menores con acceso a internet. Puedes descargarla aquí.

Todos estos tipos de violencia genera en ellos una sensación de inseguridad, afecta a su forma de relacionarse con otras personas e incluso a su rendimiento escolar. 

Cómo puedo ayudarles

Para un niño o niña es muy difícil verbalizar una agresión o abuso, por eso es importante que se sientan en un entorno confortable que les facilite la comunicación. Si crees que un menor puede estar sufriendo alguna de las situaciones mencionadas anteriormente, te aconsejamos lo siguiente: 

  • No revictimizar. Es necesario establecer un buen diagnóstico para que, como adultos, tranquilicemos y hagamos entender a la víctima que no es culpa suya. Entrar en pánico puede abrumarles más. 
  • Crea un entorno seguro para la víctima. Para ello, mide bien las palabras y utiliza frases que le tranquilicen. No restes importancia a lo que cuenta, hazle sentir querido, que sepan que pedir ayuda no es malo. 
  • Recuerdale que sois un equipo.
  • Busca ayuda profesional si lo necesita, ya sea de un psicólogo o personas de confianza y cercanas al entorno del pequeño. 
  • Y, por último, fomenta en él las relaciones positivas para que aprenda a detectar a tiempo cualquier tipo de violencia. Debe saber cuándo algo le molesta o le incomoda, así podrá pedir ayuda o huir de determinada situación a tiempo.

En esta línea, en Aldeas Infantiles SOS disponemos de una guía para aprender a prevenir, detectar y actuar ante la violencia entre niños, niñas y adolescentes. Puedes descargarla aquí.