Cómo cuidar la autoestima en la infancia para ser más feliz
Fomentar y trabajar la autoestima de los niños es fundamental para que se sientan valorados, aceptados y seguros de sí mismos. Hoy, en NEWS de Aldeas Infantiles, os trasladamos algunos consejos para cuidar la autoestima de los hijos
El pasado lunes celebramos el Día Internacional de la Felicidad, una meta y proyección humana fundamental. Desde el año 2013, las Naciones Unidas insisten en la importancia de esta fecha y del papel que desempeña la felicidad en las personas, sobre todo en los más pequeños. Y ahí es donde los progenitores juegan un papel fundamental.
Proteger a los hijos de todos los problemas y situaciones complicadas que existan a lo largo de toda su vida es una tarea imposible e incluso contraproducente. Los niños deben crecer y saber desenvolverse en entornos donde los padres no siempre estén presentes, pero antes deben adquirir las herramientas necesarias para ser autosuficientes. La más importante de ellas es la autoestima, un concepto que empieza a desarrollarse a través de las relaciones que el niño establece con las figuras de su círculo más cercano, como sus padres, hermanos, profesores y compañeros de escuela.
¿Qué papel juega la autoestima en la vida de un niño?
La autoestima se manifiesta gracias a las emociones y sentimientos que el menor siente sobre su propia autoeficacia. Es decir, tiene que sentirse seguro con sus propias habilidades y capacidades para confiar en su potencial y en todo lo que es capaz de hacer. De esta manera, irá consolidando la imagen que tiene sobre sí mismo de forma positiva. También es imprescindible que el niño crezca y evolucione en entornos donde no perciban los miedos e inseguridades de los padres de manera constante. A tan corta edad, los pequeños son como una esponja capaz de impregnarse y de percibir todo aquello que les rodea.
Tener una autoestima alta les aportará la confianza necesaria para querer probar cosas nuevas, les hará sentirse orgullosos de sus propios logros, les ayudará a aceptar sus errores y a querer intentar algo cada vez que pierdan o fracasen. Por el contrario, un niño con una baja autoestima no hará más que aumentar su inseguridad, tendrá mayores dificultades para integrarse en la escuela, se rendirá con facilidad y no aceptará de la misma manera sus errores.
La autoestima de un niño es una tarea que comienza desde que son bebés, una etapa en la que el cuidado, el cariño y la protección que se les brinda les da la soltura necesaria para ir haciendo progresivamente nuevas tareas por su cuenta.
Conforme van creciendo y descubren cómo pueden desenvolverse sin la ayuda de sus padres, están trabajando al máximo su autoestima. El punto más álgido se consigue cuando los progenitores les prestan atención, les sonríen, y comparten con ellos el orgullo que sienten. Las situaciones más comunes son:
- Cuando consiguen un objetivo, como por ejemplo caminar o mejorar su motricidad.
- Cuando aprenden algo nuevo en el colegio, como contar números o palabras en otro idioma.
- Cada vez que hacen un nuevo amigo
- Cuando adquieren una nueva habilidad y se convierte en su nuevo hobby, como algún deporte o instrumento
- Cada vez que practican su actividad preferida
- Cuando ayudan a alguien o colaboran en alguna tarea doméstica
- Reciben elogios por esas buenas conductas en casa o en la escuela
- Se sienten comprendidos y aceptados por sus seres queridos
- Reciben una recompensa o una buena nota por algo que hayan conseguido
Cada niño es un mundo y tiene su propia idiosincrasia. Por lo tanto, no todos tendrán la misma facilidad para fomentar su autoestima. Aún así, os dejamos a continuación 10 claves o consejos para cuidar y potenciar la autoestima infantil:
Conviértete en un modelo a seguir
Como acabamos de comentar, los hijos siempre querrán imitar a sus padres en todo. Por eso, es imprescindible convertirse en un prototipo positivo a seguir. Si un niño observa cómo sus padres no se respetan ni se valoran, rehuyen de sus responsabilidades y se quejan constantemente, esto generará un impacto negativo en su autoestima.
Enséñale a aprender a hacer cosas por su cuenta
Los niños tienen toda la vida por delante para aprender cosas nuevas. Ya no solo necesidades tan básicas como comer, hablar o caminar, sino también afrontar las vicisitudes que pueda ir encontrando en el camino. Es importante que los padres fomenten ese aprendizaje y sean como los ruedines de su bicicleta. Es decir, el apoyo y la seguridad que necesitan antes de echar a volar y aprender de sus propios errores.
Elogia a tu hijo en su justa medida
Tener una buena autoestima no es sinónimo de que se deba inflar hasta la saciedad. Elogiar a un hijo por sus logros debe verse siempre desde un prisma equilibrado y realista. Es decir, no debemos halagar a los niños todo el rato ni exagerar sus cualidades y logros, sino demostrarle que lo ha conseguido gracias al empeño y al esfuerzo que ha puesto en alcanzar esa meta. De lo contrario, si los padres se exceden, pueden hacer que el niño cargue con una presión excesiva, tenga miedo de no cumplir sus expectativas y ser una decepción.
Pasa tiempo de calidad con tu hijo
Una de las mejores formas de fomentar la autoestima de tu hijo es trasladarle lo importante que es para ti. La vida de los adultos está plagada de obligaciones y quehaceres que impiden pasar largos ratos con los hijos, pero el tiempo que se esté con ellos debe ser tiempo de calidad. Es decir, el niño ha de notar que se le dedica atención y que se tiene gran interés en atender todo lo que necesiten.
Deja que tropiecen y que cometan errores
Para los niños, caer y levantarse es todo un aprendizaje. Los niños sobreprotegidos y con vidas absolutamente dependientes de sus progenitores tienen menos capacidades de desarrollar la confianza en sí mismos. Se debe fomentar que experimenten nuevos retos y que vayan escalando nuevas experiencias por su propia cuenta.
Anima a que asuma riesgos
Un punto parecido al anterior. Los padres sobreprotectores suelen criar a niños con muy poca autoestima. Es fundamental dejar que nuestros hijos se desafíen a sí mismos y pongan a examen todas sus capacidades. Solo así descubrirán dónde están sus límites y qué es lo que son capaces de hacer. Además, es muy positivo que les animemos a enfrentarse a ciertos retos y que suponga para ellos un riesgo, eso sí, siempre que sea controlado y no les ponga en peligro. Un ejemplo es animarles a que se tiren por un tobogán, nadar sin manguitos o aprender a esquiar.
Demuéstrales tu cariño y amor incondicional
El apego seguro en la vida de un niño es primordial. Hay que demostrarles todo el amor y cariño que se siente hacia ellos, sobre todo aquellas veces que cometan un error que les haya hecho sentir mal. Además, hay que alejarse del pensamiento de que los niños tienen que ganarse el amor de sus padres, ya sea portándose bien o sacando buenas notas. De esta manera, el niño centrará su autoestima en la aprobación de los demás.
Valora su empeño y esfuerzo
No hay nada que haga más feliz a un niño que ver lo orgulloso que se siente su padre hacia él. Por eso, es fundamental que se aplauda todo el camino recorrido y la experiencia que haya supuesto para el menor. Hay que valorar su esfuerzo, dedicación y tiempo que hayan invertido, incluso cuando no se haya realizado con éxito. Así verá que todo esfuerzo tiene su recompensa y que es capaz de solventar cualquier obstáculo que se le presente por delante.
Limita y corrige la crítica destructiva y cruel
Cada vez es más común que los niños se expongan en el colegio a todo tipo de críticas e insultos, ya sea hacia ellos mismos o hacia otro compañero. Esas palabras, dañinas y crueles, deterioran su autoestima. Por eso, los padres deben cortar esos comportamientos de raíz y corregirlos si es su hijo quien los produce y hablar con el instituto si es quien los padece.
Anímale a que ayude a los demás
La autoestima de los niños crece exponencialmente cuando descubren lo que hacen tras ayudar a los demás. Ya sea colaborando con las tareas del hogar, haciendo un trabajo en la escuela, o socorriendo a algún amigo. Esos actos amables fomentan la autoestima del niño con creces.
¿Qué hacemos desde Aldeas Infantiles?
Estas acciones también deben mantenerse en la adolescencia, cuando comienzan a adquirirse roles adultos y se producen grandes cambios. Desde la infancia hasta la vida adulta, el apoyo de los padres continúa siendo relevante, por eso, tenemos que hacerles sentir que estamos cerca y que hay cosas que aún no pueden entender, pero lo más importante es escucharles. Que entiendan que las personas y sus padres están ahí para contarles una historia y ayudarles a escribir la suya.
En Aldeas Infantiles SOS velamos para garantizar los derechos de la infancia y disfrute de su niñez como lo que son: niños. Por eso, para que lleven una vida alegre y superen las adversidades a las que se enfrentan cuando atraviesan situaciones de riesgo, realizamos con ellos múltiples actividades que cuidan su salud mental.