Factores que derivan en problemas de salud mental en la infancia
El acoso escolar o una dura separación de los padres pueden alterar negativamente la salud mental de los más pequeños.
“No te preocupes, se le pasará” o “Es solo una niña, no sabe lo que quiere” son algunas de las frases que se utilizan para anular las emociones que sienten niños y niñas en diversos momentos. Somos conscientes de que, durante años, se ha minimizado la importancia de la salud mental de los niños. Sin embargo, la realidad nos demuestra que más de la mitad de los problemas de salud mental en los adultos surgieron cuando eran pequeños. Problemas que continúan y que si no reciben el diagnóstico que merecen, hacen de la vida una dura prueba.
No priorizar el bienestar de cada persona y, por ende, no seguir un tratamiento adecuado a cada situación, puede provocar graves consecuencias en el futuro. Si ese diagnóstico no existe cuando el niño manifiesta los primeros síntomas durante la infancia, su vida en el colegio y, posteriormente, en el mundo laboral también se verá influida. Por eso, no hay que olvidar que cualquier problema de salud mental puede prevenirse, tratarse o curarse para que cada niño y niña disfrute de una infancia plena y de una vida adulta enriquecedora.
Factores que influyen en la salud mental de la infancia
Los factores que alteran negativamente la salud mental de un niño o una niña no son siempre iguales, de hecho, más allá de la influencia del entorno familiar o sus relaciones de amistad, también juega un papel importante la genética. Estos son algunos de ellos:
- Abusos físicos o psicológicos que pueden generar graves traumas.
- Acoso escolar. En la víctima, además de presentar daños físicos, también están los emocionales: baja autoestima, ansiedad o depresión. Pero normalmente la salud mental del acosador también se ve afectada, ya que este comportamiento puede ser una manera de externalizar una situación más compleja que vive dentro o fuera del hogar.
- Consumo de sustancias como alcohol o tabaco. Así como drogas ilegales, que además de generar trastornos de adicción, generan otro tipo de trastornos como depresión y ansiedad.
- Una separación dura de sus progenitores hace que los pequeños sufran más ante los cambios que están por venir: quizás un cambio de hogar, nuevas rutinas o peleas continuas entre sus padres.
- Y, por último, los factores sociodemográficos. Vivir en un entorno hostil, como en una guerra, o haber pasado por una catástrofe medioambiental genera graves consecuencias en la salud mental de niños y jóvenes. Muchos se ven obligados a abandonar su países de origen solos o junto a sus familias debido al entorno de exclusión social o pobreza en el que viven.
Prevenir es cuidar
En Aldeas Infantiles SOS velamos porque la salud mental se respete como lo que es, un derecho para la infancia. En los últimos años casi se han doblado los trastornos de salud mental de niños, niñas y adolescentes. Las autolesiones, los trastornos de conducta alimentaria o la ansiedad, entre otros, han aumentado de una forma preocupante.
La situación empeora en hogares donde con dificultades socioeconómicas o con falta de recursos. En ocasiones esto provoca en los y las menores estrés crónico que les hace más vulnerables a trastornos de ansiedad, depresión o problemas de conducta. Por eso, es importante prevenir y prestar atención en cada hogar a las necesidades emocionales de cada niño.
Por este motivo, hemos creado el proyecto Consejos para mejorar la salud mental de nuestros hijos, cuyo objetivo es apoyar a la familia en esta tarea. Puedes descargar aquí el primer episodio: https://aldeasinfantiles.wetransfer.com/downloads/be96c3db53cffd92d78ca9d6ceeca2d320221005090722/1a382c
Pero no solo eso, en cada uno de nuestros programas ofrecemos una intervención psicológica personalizada a la situación de cada niño, niña o joven. También trabajamos con las familias, para que aprendan a detectar cualquier problema de salud mental de sus hijos e hijas, sanen sus relaciones y aprendan a gestionar cualquier conflicto al que se enfrentan.