¿Cómo hablar con tus hijos e hijas de lo que está ocurriendo en Ucrania?
La horrible situación que está atravesando Ucrania está impactando al mundo entero. Estamos expuestos a información e imágenes durante todo el día. Los adultos tratamos de procesar todo que está pasando desde la perspectiva de los años pero, ¿qué ocurre con los niños y niñas? Los más pequeños están viendo a través de los medios de comunicación, en sus hogares, en el colegio las imágenes de este conflicto y escuchando las conversaciones de incretidumbre y miedo que está provocando este conflicto.
Desde Aldeas, ofrecemos una serie de consejos para hablar con los más pequeños de esta situación:
1. No le quites importancia a las cosas: No hace falta que compartas con tus hijos todos los detalles escabrosos, tengan la edad que tengan, pero tampoco les mientas. Puedes explicarles que se trata de una situación muy difícil sin necesidad de que lo sepan todo. Reconoce sus sentimientos de preocupación y hazles saber que tú también los compartes. Si te preguntan cosas concretas, como “¿morirá gente?”, sé sincero: “Realmente espero que no, pero podría ocurrir”. Demuéstrales que pueden tolerar la tristeza y la preocupación que esta situación les hace sentir.
2. La frase más valiosa puede ser: “No lo sé”. No necesitas tener todas las respuestas. Porque, seamos sinceros, en realidad no las tienes, ¿verdad? ¿Cuánto puede durar esta guerra, cuántas personas se verán afectadas…? Son cosas que nadie sabe así que no te las inventes ni intentes adivinarlas. Reconoce lo que no sabes. Reconoce los sentimientos de preocupación e impotencia que puede provocar esa incertidumbre. Pregúntale a tu hijo qué le gustaría hacer. Si no lo sabe o no tiene ideas, dile que tú tampoco lo sabes pero que estarás encantado de hablar de ello si le preocupa.
3. Mantén con ellos las líneas de comunicación abiertas: Esta es una situación que, por desgracia, puede prolongarse durante algún tiempo. Las noticias pueden ir de mal en peor. Es importante que tu hijo o hija sepa que puede acudir a vosotros y volver a hablar de esto. No cierres la conversación asegurándole que todo acabará pronto: hazle saber que sí, que es preocupante y que es duro cuando no hay nada que podamos hacer para ayudar. Acompáñales en esos sentimientos y recuérdales que pueden hablar contigo en cualquier momento.
4. Déjales sacar sus propias conclusiones: Sea cual sea nuestra opinión sobre quién tiene razón o no, recuerda que si expresamos una opinión cerrada delante de nuestros hijos, podrían tomar lo que decimos como un hecho. Si les decimos que las guerras ocurren porque la gente mala es mala con la gente buena, ¿estamos haciendo justicia a la complejidad de un conflicto? Incluso si está claro que una persona tiene razón y otra no, ¿ayudaría a tu hijo saber que tal vez se esté produciendo una injusticia o estaríamos aumentando su ansiedad en ese momento? Si nuestro compañero, Serhii Lukashov, director nacional de Aldeas Infantiles SOS en Ucrania, ha dicho que su objetivo ahora es: “que los niños y las niñas de Ucrania crezcan sin odio”, tú también puedes hacerlo.