La infancia refugiada necesita derechos, ¿de qué huyen?
En el Día Mundial de los Refugiados queremos visibilizar el sufrimiento de los niños que se ven forzados a huir de sus casas.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) indica que “más de la mitad de los refugiados del mundo son niños”. Las guerras, conflictos armados o escasez de recursos naturales son algunos de los motivos por los que huyen. Muchos de ellos se desplazan junto a sus familias, sin embargo, otros caminan solos.
Para proteger los derechos de las personas refugiadas, la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2018 aprobó el Pacto Mundial de los refugiados. Este pacto establece unas medidas que debe aplicar la comunidad internacional para fortalecer y proteger a las millones de personas que huyen del horror cada año. No más lejos de la realidad, todavía muchas familias se juegan la vida para poder vivir en un lugar seguro.
Muchos menores desplazados viajan solos y están separados de sus seres queridos. Sus derechos se violan constantemente, en el lugar de origen, durante el trayecto y en el país de destino. Se enfrentan a la violencia, los abusos y la explotación sexual. Y sí, es probable que las mafias se encuentren detrás de ello, al no existir las suficientes vías legales para garantizar un desplazamiento seguro.
Además de cargar con la mochila del horror, la infancia refugiada se ve privada de un sistema educativo. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y ACNUR, los niños refugiados tienen 5 veces más probabilidades que otros niños de no estar escolarizados. Y así lo determinaba su documento Basta de Excusas en 2016: “Sólo el 50% de los niños refugiados cursa la enseñanza primaria y únicamente el 25% de los adolescentes refugiados la secundaria”.
¿De qué huye la infancia refugiada?
La falta de vías seguras complican el trayecto de miles de niños y niñas refugiados cada año. Los motivos por los que se ven obligados a huir de sus casas son diferentes, pero tienen algo en común, el miedo. De estos países salen miles de refugiados cada año para emprender un camino incierto:
- Siria
Para la infancia siria el futuro es prácticamente inexistente. Desde que estalló el conflicto, hace más de 10 años, millones de familias han perdido su hogar. Se conoce como la mayor crisis de refugiados del mundo. Los niños sirios están expuestos constantemente a la violencia y al ataque con armas explosivas.
Esta guerra ha violado el Derecho Internacional Humanitario debido a los ataques incesantes a la población civil. Además, todavía millones de sirios se encuentran en campos de refugiados en Turquía o Líbano viviendo en condiciones infrahumanas.
- Afganistán
La última guerra de este país terminó en 2014, pero las consecuencias todavía perduran. La llegada de los talibanes al poder en 2021 ha empeorado la situación. Aquí la infancia se enfrente a la pobreza, al reclutamiento y al trabajo infantil.
- Sudán del sur
Uno de cada cinco niños han huido de Sudán del Sur debido a un conflicto que parece no tener fin. Naciones Unidas aclara que los niños y niñas sursudaneses representan “el 62% de los más de 1,8 millones de refugiados” que han salido de este país. Desde 2013 más de mil niños han sido asesinados a lo que hay que unir los efectos que ha tenido este conflicto en su salud mental; viven con traumas, miedo o estrés. Asimismo, muchos son reclutados por los grupos armados sometiéndoles a acciones aterradoras.
- República Democrática del Congo
El entorno violento en el que viven los niños y niñas en República Democrática del Congo es demoledor. Se considera uno de los países más pobres del mundo según Naciones Unidas y es frecuente ver a niños en situación de calle. Desde los años 90 el conflicto incesante expone a la infancia a una situación de explotación extrema. Además de ser reclutados para prácticas militares, muchos han sufrido abusos sexuales.
La realidad es que la lista de países donde la infancia se encuentra al límite es fácilmente ampliable. Estos son algunos de los más destacados y desde donde miles de personas cada año siguen huyendo para buscar un lugar seguro.
Niños refugiados de Ucrania
Desde que estalló la guerra en Ucrania miles de niños y niñas han salido del país o se han desplazado internamente. En Aldeas Infantiles SOS hemos ayudado a 1.500 niños y niñas tutelados por el Estado ucraniano que permanecían en instituciones residenciales y ha facilitado a 2.000 familias que no han podido abandonar sus hogares productos de primera necesidad y apoyo psicológico.
Trabajamos en Ucrania desde 2003 y en febrero desplegamos nuestro Plan de Respuesta de Emergencia. Desde entonces, hemos atendido a 8.000 niños, niñas y familias dentro del país, pero también actuamos en países fronterizos como Polonia. Nuestro objetivo es sencillo: proteger a los niños y mantenerlos unidos a sus familias. Por eso, recientemente hemos creado tres Centros Sociales móviles en Ucrania para ampliar nuestra actuación.
¿Qué podemos hacer nosotros?
Además de visibilizar y concienciarnos acerca de la situación que viven millones de niños en el mundo, lo más importante es apoyar a todas las organizaciones que trabajan para proteger a la infancia. Puede hacerse a través de donaciones e, incluso, voluntariados porque no siempre se pueden hacer y menos en zona de conflicto.
En Aldeas Infantiles creemos que la educación es clave para garantizar un futuro a los niños y niñas refugiados que salen de estos países. Actualmente, hemos elaborado un Guía escolar para integrar a la infancia refugiada en España. Puedes descargarla aquí: https://cms.aldeasinfantiles.es/uploads/2022/05/guia-ninos-ucranianos.pdf . Esta información a pesar de centrarse en el caso de Ucrania, podría aplicarse al acogimiento e inclusión de los millones de niños refugiados del mundo.