Los trastornos de salud mental más comunes en la infancia y cómo prevenirlos
Hoy en ‘Cosas de Niños’ hablamos sobre la importancia de prevenir y detectar los trastornos de salud mental en la infancia.
La salud mental de la infancia también puede verse afectada por diferentes experiencias. Al igual que a las personas adultas, a los niños y las niñas les afectan las situaciones dolorosas que pueden marcar un antes y un después en su desarrollo físico y emocional. La verdad es que el 20% de los niños, niñas y adolescentes en todo el mundo experimentan trastornos de salud mental.
Debido a los cambios continuos durante la infancia y adolescencia, puede resultar complicado evidenciar y detectar esos problemas de salud mental. Pero lo cierto es que en torno al 50% de los trastornos mentales se manifiestan antes de los 14 años de edad.
Todos y todas no siguen un mismo patrón, la personalidad de cada niño o niña, junto con su relación con su entorno familiar y otros factores, influyen en el proceso de detección. Lo que sí es seguro es que cuanto antes se detecten, antes podrán tratarse para no convertirse en un problema todavía mayor en el futuro.
Trastornos de salud mental en la infancia
Desde la infancia hasta el comienzo de la edad adulta, los problemas de salud mental o trastornos mentales más comunes son:
- Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
Afecta a millones de niños y niñas en todo el mundo y puede derivar en problemas de autoestima o malos resultados escolares. Sus síntomas suelen comenzar antes de los 12 años y se refleja falta de atención, por ejemplo: no es capaz de mantenerse concentrado/a, o a través de comportamientos impulsivos, como estar en movimiento constante.
- Trastornos de ansiedad generalizada (TAG)
Este trastorno también está muy presente en los adultos. En el caso de la infancia, también suele sentirse ansiosa o preocupada por grandes cambios, la muerte de un ser querido o conflictos en el colegio. Las causas son muy amplias, al igual que la forma en la que se manifiestan. En ocasiones es normal que los niños y niñas se sientan preocupados, pero debe tratarse cuando los síntomas fisiológicos y conductuales de la ansiedad persisten o son muy intensos.
- Trastornos de conducta alimentaria (TCA)
La aparición del Trastorno de conducta alimentaria está influido por diversos factores y suelen producirse antes de los 6 años. En este caso, los y las más pequeñas desarrollan problemas con la alimentación como el síndrome del rechazo alimentario, la falta de apetito, la ingesta selectiva o la disfagia funcional. Evaluar este trastorno es determinante, y para ello, es necesario explorar las dietas o rutinas de comidas en casa.
- Trastorno de estrés postraumático (TEPT)
Este tipo de trastorno surge después de que los y las menores hayan experimentado o presenciado un acto violento o hechos que han causado un gran impacto en ellos. Aunque no tienen por qué presenciar necesariamente el hecho. Además, el trastorno puede desarrollarse 6 meses después del suceso. Los síntomas son diferentes en cada persona, por ejemplo: volver a experimentar el acontecimiento, comenzar a evitar actividades o a personas que le evoquen aquella experiencia o presentar síntomas disociativos.
- Trastorno de conducta (CD)
El o la menor suele actuar de forma agresiva y no hacer caso a las normas del hogar o del colegio de forma continuada. En estos casos, el tratamiento urgente y personalizado es determinante para influir en la mejora de su conducta. Ya que los pequeños que sufren este trastorno tienen más riesgo en un futuro de fracaso escolar y otros problemas de salud mental.
¿Cómo puedo prevenirlos?
No olvidemos que ante cualquier mínima sospecha lo más importante es acudir al médico o pedir ayuda a nuestro entorno más cercano, amigos, familiares o, incluso, en el ámbito escolar. Algunas acciones que debemos tener en cuenta para prevenir estos u otros problemas de salud mental son:
- Establecer una rutina de actividades y/o ejercicio físico que ayude a los más pequeños a divertirse y a relajarse. O, practicar alguna actividad que les resulte motivadora.
- Ayúdales a desarrollar todas sus competencias y habilidades para que aprendan a superar con herramientas los desafíos que puedan encontrarse en a lo largo de su vida.
- Crear un núcleo de relaciones sólidas en las que el niño o la niña pueda confiar y sentirse seguro.
- Ayúdales a que entiendan la importancia de cuidar la salud mental y rompe el tabú de ir al psicólogo. Así, siempre que lo necesiten sabrán que pedir ayuda a un profesional no es malo.
En Aldeas Infantiles SOS somos conscientes de la importancia de proteger la salud mental de los más pequeños. Por eso, en todos nuestros programas trabajamos paralelamente el bienestar emocional con cada menor. Muchos y muchas de ellas no cuentan con un núcleo familiar al que confiar sus problemas, nosotros nos convertimos en su gran familia.