Rompiendo estigmas sobre el acogimiento familiar: una familia, un futuro

En el Día Mundial del Acogimiento Familiar desmontamos los principales mitos sobre esta medida de protección a la infancia

Cuando un niño o una niña no puede continuar conviviendo con su familia de origen, debido a diversas razones, se busca un entorno alternativo como las familias de acogida. El objetivo es proporcionar un entorno estable y cariñoso hasta que estos niños puedan regresar a sus hogares o se encuentre una solución permanente.

En este proceso, para garantizar el bienestar del niño o niña, la naturalidad entre ambas familias es clave. Así lo define Pilar, una de las mamás de acogida de Aldeas Infantiles SOS: “Cuanta más naturalidad damos entre las familias acogedoras y las biológicas, más tranquilos están los pequeños. Todos hacemos un esfuerzo porque esto sea así. Al final, lo que más importa es su felicidad”.

En España, más de 18.000 niños y niñas crecen en una familia de acogida. Este acogimiento puede ser de 2 tipos: en familia extensa, cuando esta tiene un vínculo de parentesco o especial relación afectiva con el niño; o en familia ajena, cuando no hay ese vínculo emocional ni parentesco.

Asimismo, teniendo en cuenta criterios de duración y finalidad, puede ser de urgencia, cuando la duración no es superior a 6 meses; temporal, con una duración máxima de 2 años; y permanente, si al finalizar los 2 años no es posible la reintegración familiar o la circunstancias lo aconsejen. Independientemente del tipo y su duración, Pilar concluye: “Estos niños nos necesitan. Qué mejor forma de devolver lo que la vida nos ha dado a cada uno”. 

Diferencia entre acogimiento y adopción

Aunque el acogimiento familiar y la adopción comparten el mismo propósito, brindar un hogar seguro a los niños y niñas que no pueden crecer con sus padres, existen diferencias clave entre ambos procesos:

  1. Tutela del menor. Adoptar otorga la patria potestad y responsabilidad legal del niño a la nueva familia. En el acogimiento la custodia pertenece a la familia de acogida pero la tutela sigue siendo de la administración.
  2. Formación. En el acogimiento es obligatorio realizar una formación previamente, con la intención de aportar conocimiento, habilidades y estrategias a las futuras familias de acogida.

Relación con la familia biológica. En la adopción se rompe toda vinculación del niño o niña con su familia biológica. En el acogimiento no se pierde esa relación, de hecho, se fomenta que el niño, en la medida de lo posible, vuelva con ellos.

Seis estigmas comunes sobre el acogimiento

Entre los principales resultados presentados en el análisis Situación del Acogimiento Familiar en España (2022) de Aldeas Infantiles SOS, se interpreta que existe “un estancamiento del crecimiento en la incorporación de nuevas familias de acogida, ya que, en la mayoría de los casos, los acogimientos familiares se extienden hasta la mayoría de edad, lo que implica que estas familias no estén disponibles para nuevos acogimientos”.

La falta de información sobre el sistema de protección a la infancia y el estigma pueden disuadir a los padres de participar en este proceso. Abordar y desmentir estos mitos es crucial para fomentar la participación:

  • “Los niños acogidos tienen problemas de comportamiento irreparables”. Algunos de estos niños y niñas pueden experimentar traumas psicológicos, pero el apoyo adecuado, la estabilidad de su nueva familia y la atención profesional marcarán la diferencia.
  • “Solo aquellas familias con perfecta situación financiera pueden acoger”. No existe una familia perfecta. Lo que cada niño necesita es un hogar seguro. Las evaluaciones y formaciones previas aseguran que las familias estén preparadas para acoger y sean capaces de manejar cualquier desafío que pueda surgir durante el proceso.
  • “Solo puedo acoger si no tengo hijos biológicos”. Tener hijos biológicos no impide el acogimiento. De hecho, la convivencia con ellos puede ser beneficiosa, proporcionando al niño un entorno enriquecedor y socialmente activo.
  • “Es solo para parejas jóvenes”. No hay una edad límite para acoger, y las personas solteras o familias monoparentales, independientemente de su género, también pueden hacerlo.  
  • “Es imposible no encariñarse y luego es muy doloroso despedirse“. Sí, despedirse es difícil, pero en estos casos el enfoque debe estar en el bienestar del niño. Durante el proceso también se enseña a familia y a los niños y niñas a prepararse para que, llegado el momento, la separación no se vea como un abandono.
  • “El sistema de acogida es demasiado complicado y burocrático”. Aunque implica ciertos trámites y evaluaciones, las instituciones y organizaciones de acogida ofrecen apoyo y orientación para facilitar el proceso. Esta burocracia también es necesaria para asegurar que los niños lleguen a espacios adecuados.

AcogES+, un hogar para todos los niños

Miles de niños y niñas en nuestro país buscan un hogar con vistas a un futuro mejor. Y desde Aldeas Infantiles SOS les ayudamos a conseguirlo. Con el programa AcogES+ damos respuesta a niños y adolescentes tutelados que por sus circunstancias personales o familiares precisan de una dedicación especial que les hace difícil acceder a una familia de acogida: grupos de hermanos o niños con necesidades educativas especiales, dificultades emocionales o de adaptación.

Estos niños y niñas requieren una dedicación total del tiempo de los papás que les acogen. Para hacer el proceso más tranquilo a estas familias, nuestros equipos profesionales les acompañan y forman para ayudar en la adaptación y el desarrollo del niño. Siempre con el objetivo de facilitar finalmente la reintegración familiar y promover la buena relación entre familia biológica o de acogida.