Voluntariado: Apoyo educativo a la infancia y otras formas de ser voluntario
No importa si hablamos de una ciudad, un barrio o un pueblo, es más que probable que en cualquier lugar en el que te encuentres exista alguna asociación o grupo de vecinos que desarrollen iniciativas altruistas para potenciar las capacidades de otras personas. Estas actividades pueden estar relacionadas con el apoyo educativo, el reparto de alimentos o el acompañamiento diario.
En una sociedad que se mueve tan deprisa es complicado encontrar tiempo para los demás. Sin embargo, 3 mil millones de personas realizan actividades de voluntariado en el mundo, contribuyendo a la construcción de un planeta más justo y equitativo. Entre las diferentes razones por las que ser voluntario, aquellos que ya han experimentado estas prácticas destacan que:
- Enseña a aprender más sobre la sociedad que nos rodea.
- Convierte a las personas en agentes de cambio, pasando de la palabra a la acción.
- Refuerza los valores que inspiran a cada uno.
- Mejora la autoestima, la satisfacción con uno mismo y las relaciones sociales.
Diferentes tipos de voluntariado
Un voluntario es aquella persona que se involucra en iniciativas que promueven la paz y el desarrollo en el mundo. Estas acciones no tienen por qué estar vinculadas siempre con las personas, muchas veces la ayuda se dirige hacia los animales o hacia el cuidado del medio ambiente. Entre diferentes tipos de voluntariado podemos destacar:
- Apoyo y refuerzo escolar. Cuando se organizan actividades orientadas a reforzar materias educativas con alumnos en riesgo de exclusión o con mayores dificultades para desarrollar su potencial en la escuela. En este sentido, Aldeas Infantiles SOS realiza una entrevista personal y un test psicotécnico a todos los interesados en practicar este voluntariado.
- Conservación del medio ambiente. Estas iniciativas están vinculadas con la recuperación de zonas degradadas, restauración de hábitats de especies amenazadas o la sensibilización de la población sobre la conservación de espacios naturales.
- Ocio y tiempo libre. Jugar, disfrutar y pasarlo bien -a veces- no es una opción para muchos niños, niñas y personas mayores o con discapacidad. Por este motivo, existen multitud de asociaciones vecinales que se unen para planificar actividades de ocio como ir al cine o excursiones culturales para acompañar aquellas personas que tienen mayores dificultades para realizarlas
- Cuidado de animales. Miles de animales esperan ser adoptados en perreras y, mientras tanto, equipos de voluntarios trabajan para darles un hogar, pasearlos y alimentarlos. En Aldeas Infantiles SOS desarrollamos diferentes programas y terapias con animales. En ellos, además de trabajar diferentes aspectos con los niños, les transmitimos la importancia de cuidarles, protegerles y pautas de una buena convivencia a su lado.
Pero… ¿y si no tengo tiempo?
La rutina diaria -en ocasiones- no permite que todas las personas puedan desempeñar diferentes labores de voluntariado. Pero existen organizaciones que realizan estas actividades los fines de semana o, incluso, online. Aldeas Infantiles, por ejemplo, durante la covid-19 desarrolló una actividad online de refuerzo educativo para niños y niñas en situación de vulnerabilidad.
Esta iniciativa marcó un antes y un después. Acentuó la idea de que si se quiere, se puede, y por eso, David López, coordinador de Voluntariado de la organización declaraba que: “Nuestros voluntarios digitales son iguales que los presenciales en todos los aspectos salvo en uno: su acción no está sujeta a un espacio físico concreto”.
El voluntariado online permitió que niños, niñas y adolescentes continuaran recibiendo clases de refuerzo escolar y supuso una oportunidad para aquellos que hasta ahora no habían podido ser voluntarios por su imposibilidad de desplazarse hasta los programas.
Aldeas Infantiles y el voluntariado
Para Aldeas Infantiles SOS el voluntariado es una actividad primordial que refuerza el espíritu de la propia organización. En el último semestre de 2022, 235 voluntarios formaron parte de iniciativas educativas, de ocio, idiomas y multitud de talleres, pero siempre vinculadas con el apoyo a la infancia. La mayor parte de estos voluntarios fueron estudiantes.
Como explican desde el Programa de Voluntariado de Aldeas, los voluntarios aportan “un valor añadido y enriquecen el trabajo diario”. El objetivo de este programa es favorecer la integración de diferentes perfiles para las actividades que ofrece, formarlos y, una vez comience su participación en los proyectos, supervisar su actuación.
Ser voluntario, es mucho más que dedicar tiempo a otros y así lo señaló Dalai Lama: “Solo con ser capaces de reducir el alcance de nuestros instintos egoístas y desarrollar un poco más de inquietud por los otros antes de morir, ya podremos decir que hemos aprovechado esta vida”.