
Romper el ciclo de separación y abandono para proteger a la infancia
Ningún niño nace para crecer solo
ColaboraUno de cada diez niños en el mundo crece sin el cuidado de sus padres o está en riesgo de perderlo. La pérdida o separación de las familias es una de las vivencias más duras que pueda sufrir un niño. Y se acompaña de una mayor exposición de los pequeños a la pobreza, la violencia o el aislamiento. Se trata de un gravísimo problema global. Pero también local.
En España, más de 300.000 niños y niñas pueden verse privados de los cuidados parentales, mientras que más de 50.000 ya están bajo tutela del Estado. Son cifras que no paran de crecer año tras año. La realidad de estos niños está presidida por la negligencia, el abuso, el maltrato, la discriminación y el daño emocional. Aquí, en tu país, en tu comunidad.
Se está vulnerando su derecho a crecer en familia reconocido en la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas. Es una obligación de los Estados y un deber moral de las sociedades. No podemos dejar solos a los más vulnerables.
En Aldeas Infantiles SOS nos ocupamos directamente de la prevención y protección a la infancia, y el acompañamiento de los jóvenes hasta su integración plena en la sociedad. Trabajamos con más de un millón de niños en el mundo para procurarles un entorno de seguridad afectivo que garantice su bienestar, donde se den las condiciones que les permitan desarrollar todas sus potencialidades y el ejercicio de sus derechos.
¿Dónde está el agujero de la protección a la infancia?
Son muchas las causas que conducen a la separación de padres, hijos y hermanos. Todos hemos visto las dramáticas migraciones de refugiados que escapan de la hambruna en Venezuela. Sabemos que una generación entera de somalíes no ha conocido otra cosa que la guerra, o que la protección a la infancia en Siria, después de nueve años de conflicto, es todavía una ilusión. Y somos testigos directos de que la miseria y la falta de oportunidades empuja hasta nuestras fronteras a niños del Magreb ─y de otros tantos puntos del planeta─, solos, en un país extraño, con un idioma desconocido…
Porque el agujero de la protección a la infancia está más cerca de lo que imaginamos. La pobreza, la violencia y la desatención son los principales factores que conducen a la pérdida del cuidado parental, y también se dan en los países desarrollados. En España, con más de 2,6 millones de niños en riesgo de pobreza o exclusión, y al menos 40 niños que sufren a diario violencia en el ámbito familiar, el sistema de protección a la infancia se está mostrando ineficiente para asegurar el derecho a crecer en familia.
La COVID-19 amplifica el riesgo de separación y abandono
En Aldeas Infantiles SOS sabemos que los niños, niñas y jóvenes más vulnerables son los grandes damnificados en la crisis del coronavirus. La destrucción de empleo, el cierre de colegios y centros de atención social, el incremento de la violencia intrafamiliar y la privación de productos básicos, por mencionar ejemplos cercanos, han avivado la indefensión y el abandono. Hay que actuar.
La pandemia ha disparado a la base de flotación del derecho a crecer en familia. Durante esta crisis sanitaria, algunas familias que habían dejado de necesitarnos han vuelto a recurrir a nuestros programas de prevención. Si los padres tienen problemas, los niños se enfrentan al riesgo de la separación.
Nuestro impacto en la vida de las personas
Acción y compromiso desde hace décadas
Como organización de atención directa y protección a la infancia, en Aldeas Infantiles SOS hemos adquirido el compromiso de no descansar hasta que todos los niños tengan el cuidado que necesitan.
A través de nuestros programas para familias, centros de día o escuelas de Educación Infantil, prevenimos la separación familiar. Trabajamos también desde hace más de siete décadas en la protección a la infancia con nuestros programas de apoyo al acogimiento en familia, residencias y pisos para jóvenes. Nuestras Aldeas Infantiles están presentes en 136 países y territorios. Y nuestros programas de apoyo a la autonomía y emancipación preparan a los jóvenes para la vida independiente.
Pero la tarea es ingente y necesitamos la colaboración de otras personas también comprometidas, solidarias y sensibles a los problemas de la infancia vulnerable. Pedimos tu ayuda para continuar nuestra labor de atención directa a las familias y protección a la infancia. También para seguir haciéndolos visibles y dando altavoz a sus problemas.
Itinerario del sistema de protección a la infancia


Prevención primaria
Apoyo a las familias biológicas para que puedan cuidar de sus hijos y evitar las situaciones de riesgo que lleven a la separación.
Necesita mejorar: La prevención debe ser universal, ir más allá de las ayudas económicas y garantizar el acceso a servicios básicos como sanidad, educación o servicios sociales.

Prevención secundaria o riesgo
Acciones de protección y asesoramiento familiar individualizado una vez que el niño está en situación de vulnerabilidad.
Necesita mejorar: La calidad y personalización de medidas adaptadas a las necesidades y contexto de cada niño o adolescente con el fin de evitar la separación son claves.

Prevención terciaria o desamparo
Medidas de acogimiento familiar o residencial si el mayor interés del menor implica la separación de su familia.
Necesita mejorar: Hay que priorizar las soluciones familiares frente a las institucionales, persiguiendo la reintegración familiar, y prolongar el acompañamiento de los jóvenes más allá de la mayoría de edad.