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SIN SALUD MENTAL NO HAY VIDA.
SIN VIDA NO HAY FUTURO.
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Existe una especie de lista de prioridades imaginaria que nos hace anteponer unas cosas por delante de otras. Damos prioridad a la salud, pero ¿en qué pensamos cuando hablamos de salud? Nos preocupamos en gran medida de la salud física, sin darnos cuenta de que a veces dejamos en un segundo plano a la salud mental.
La salud mental de los niños y niñas juega un papel fundamental en su presente. En Aldeas Infantiles SOS trabajamos para que la salud mental de los más pequeños sea un derecho fundamental, cubriendo elementos de ayuda básicos como pueden ser los tratamientos psicológicos.
Problemas de salud mental como la ansiedad o la depresión es una constante en la vida de la infancia. Y es que, los datos muestran una dura realidad: uno de cada siete jóvenes de 10 a 19 años padece algún trastorno mental. No nos olvidemos: si empezamos a cuidar la salud mental desde niños, aprenderemos a gestionar las emociones siempre.
Algunas de las labores de Aldeas Infantiles SOS para ayudar a la salud mental
El estigma de la Salud Mental Infantil tiene una gran vinculación con el equilibrio entre el niño y su entorno. Por ello, en Aldeas Infantiles SOS trabajamos para prevenir y tratar posibles problemas con diferentes programas:
- Atención psicológica individual: intervenciones psicológicas, tanto presenciales como telemáticas para asegurar el bienestar físico y emocional de más de 6.000 niñas y niños
- Servicios de terapia familiar: intervenciones terapéuticas para responder a las necesidades psicológicas de las familias. Además, se facilita que las familias puedan desarrollar su potencial, tanto de forma individual en cada miembro del grupo, como núcleo familiar.
- Terapias de atención asistida con animales: actividades con animales que sirven como respuesta a problemas emocionales, trastornos conductuales y diversidad funcional.
Creando espacios seguros para la salud mental de los niños
Las entidades públicas como colegios e institutos son claves en la detección y prevención temprana, por ello es de vital importancia una formación especializada para profesores y personal docente. Por ello, la formación de docentes y cualquier personal del centro educativo en materia de salid mental es de vital importancia. Trastornos mentales como la depresión y la ansiedad se han incrementado notablemente en jóvenes y niños en los últimos años. Un personal preparado, en lo que a la educación de la salud mental se refiere, puede ser clave para evitar problemas mayores. De esta forma, se aumenta la posibilidad de convertir los centros educativos en espacios seguros para la salud mental.
Así, los centros educativos se convertirán en espacios seguros donde se protege a la infancia en todos los sentidos. Porque no olvidemos que situaciones como el bullying o acoso escolar también tienen una grave repercusión en la salud mental de los niños u niñas. En este sentido, tanto acosador como víctima pueden presentar diferentes problemas de salud mental:
- La víctima, debido a la violencia que se ejerce sobre ella.
El o la acosadora, ya que esa conducta de riesgo que ejerce con otros niños puede ser el resultado del entorno desestructurado del que proviene. - En cualquiera caso, es importante la importancia del cuidado de la salud mental en los centros educativos.
En cualquier caso, la conclusión es la misma: la importancia del cuidado de la salud mental en los centros educativos.
¿Sabías que…?
Aunque a veces no lo vemos, puede haber un problema
Existen conductas evidentes que pueden dejar entrever que un niño presenta signos de trastornos afectivos. Algunos de ellos son síntomas como:
- Sensación de preocupación constante.
- Pérdida de interés por interactuar con otras personas.
- Comportamientos para llamar la atención.
- Pérdida en la curiosidad del aprendizaje.
- Pérdida de sueño y apetito.
- Sentimiento de tristeza.
Si lo necesitas… ¡Pide ayuda!
A veces, por determinadas situaciones, cualquier persona de cualquier edad, puede sentir algún tipo de pudor a la hora de pedir ayuda psicológica. Por suerte, la sociedad avanza, y esto conllevo a mejoras en los sistemas de atención y una mayor comprensión en cualquier entorno. Por ello, el primer paso es pedir ayuda; ya sea ayuda profesional o ayuda a alguien cercano.
- La empatía: hacerle ver que le escuchas, respetas y entiendes sus pensamientos.
- Mostrando cariño, arropando cuando se necesite.
- Observando su entorno y analizando el foco del problema.
- Buscando pautas para el desarrollo de la inteligencia emocional.
- Intentando contactar con un especialista siempre que sea posible.