Testimonios
Historias de vida en Aldeas Infantiles SOS
Ana
Ana tiene a su sobrino de 14 meses en acogimiento familiar mientras los padres se recuperan: “Te das cuenta de que necesitas mucha ayuda porque vienen cosas que no te esperas”. Desde Aldeas les acompañamos y orientamos en el camino a través de nuestro Programa de Apoyo al Acogimiento con el objetivo de que el proceso sea lo más beneficioso para el menor y para ellos: “no sabemos si el niño estará mucho o poco tiempo con nosotros pero hago exactamente las mismas cosas que con mis hijos. Es uno más para nosotros”.
Maria Anggelina
Maria Anggelina creció en la Aldea de Flores en Indonesia: “estoy muy agradecida por haber crecido en una familia SOS, podría haber sido una de las víctimas de la trata de personas”. Ahora apoya a supervivientes de trata de personas, y trabaja para facilitarles herramientas que les ayuden a recuperar sus vidas, además de sensibilizar a la sociedad, especialmente a niños y padres, sobre el tráfico de personas y la violencia. Dejo la isla de Flores para continuar sus estudios y poder ayudar a más personas.
Jamal
Jamal tenía 13 años cuando huyó de Afganistán. Su madre desapareció en las montañas y él abandonó solo su país. Hoy tiene 15 años y vive en la Aldea Infantil SOS de Atenas. Todavía no sabe si su madre está viva.
A pesar del trauma vivido y gracias a la protección, el apoyo psicológico y la educación que está recibiendo, hoy puede pensar en su futuro. Tiene claro que quiere ayudar a otros refugiados como él, que lo están pasando mal.
La historia de Jamal es la historia de más de 10 millones de niños refugiados que han huido de la violencia en el mundo. Aldeas Infantiles ayuda a refugiados y personas desplazadas en 23 países a través de sus Programas de Emergencia. Nos centramos en cuidar de los niños, proteger sus derechos y mantener a las familias unidas. La ayuda humanitaria es vital para mantener nuestro trabajo.
Esnaider
Viaja junto a su madre y sus dos hermanas, de 12 y 14 años. Su familia forma parte de los casi dos millones de venezolanos que han cruzado la frontera hacia Colombia desde 2015. Su objetivo es llegar a Perú y reencontrarse con su padre, que les espera desde el pasado mes de octubre.
A pesar de las dificultades y los peligros del viaje, el equipo de Aldeas Infantiles SOS de Colombia se ha esforzado en hacerle olvidar la dureza de estos días y ayudarle a recuperar la ilusión. Por su cumpleaños ha tenido globos, tarta y velas, y las ha soplado con tanta fuerza que su deseo se le ha escapado entre los dientes: reunirse con su papá y volver a tener un hogar.
Luisa
Un año después del ciclón Idai, muchas casas aún no se han reconstruido, ni tampoco los medios de subsistencia de las familias. Decenas de miles de personas aún viven en refugios temporales y requieren apoyo. Afortunadamente para Luisa, unos vecinos les permitieron a ella y a su familia estar en su casa hasta que tengan un lugar donde vivir.
Aldeas Infantiles SOS de Mozambique, que trabaja en Beira desde 2011, ha pasado el último año apoyando principalmente a familias encabezadas por mujeres, como la de Luisa, cuyas vidas se han visto devastadas por el ciclón.
Su casa fue una de las más de 100.000 viviendas destruidas en la ciudad de Beira y otras 200.000 fueron dañadas.
Emergencia Ucrania
Darya Kasyanova es la directora nacional de Desarrollo de Programas de Aldeas Infantiles SOS Ucrania desde hace cinco años y medio. Estudió economía social y demografía, y anteriormente había trabajado como profesora universitaria.
Darya habla de la angustiosa situación que vive Ucrania y de los esfuerzos que están realizando para evacuar a tantos niños y niñas como sea posible.