
Ahmad usa sus dotes de bailarín de ballet para informar sobre las necesidades de los niños vulnerables, comparte sus habilidades con los niños en los programas de Aldeas Infantiles SOS. “La danza puede crear personalidades fuertes. Los niños pueden usar su energía y conectar unos con otros. La danza enseña como ayudarse y entenderse mutuamente., dice.
Ahmad estudió danza en Damasco y enseñaba ballet para ganarse la vida. Tenía solo 21 años cuando la guerra civil de siria empezó en 2011. Se encontró con situaciones complicadas, perdió a cinco miembros de su familia y lo amenazaron de muerte porque era bailarín.
Ahmad se acercó a Aldeas Infantiles SOS en Damasco y ofreció clases de baile gratuitas. “Al principio, se rieron de mí y me dijeron” estamos en medio de una guerra y ¿quieres bailar? “. Pero durante los dos años siguientes, impartí clases a los niños. Solía bailar para ayudarlos a superar sus traumas. Muchos de ellos habían visto morir a sus padres ”.
Ahmad explica cómo, al principio, los sonidos de los aviones y las bombas que caían al fondo causaba que los niños gritaran y entraran en pánico. “Después de un tiempo, pude apreciar el cambio. Cuando escuchaban las bombas, no les importaba. Se centraban en la música y en el baile”.
En octubre de 2016, Ahmad Joudeh se mudo a Amsterdam con la ayuda del Ballet Nacional de Holanda. Continuo su apoyo a Aldeas Infantiles SOS, realizando conciertos solidarios y eventos para así poder recaudar dinero para Siria.
En noviembre de 2018, se celebró un taller en la Aldea Infantil SOS de Vicenza, en Italia, que culminó con una actuación en el teatro de la ciudad. Ahmad continua con planes de apoyo a Aldeas a través de sus actuaciones benéficas y mediante la celebración de talleres de danza en las Aldeas de todo el mundo.
“Me gustaría ayudar a crear sueños y que traten alcanzarlos”, dice.