Visión de Aldeas Infantiles SOS
Testimonios

Emergencia en Ucrania – Testimonio desde el terreno

“Estoy en un sótano con mis hijos. Los misiles nos sobrevuelan".

Nuestro equipo de Aldeas Infantiles en Ucrania está atravesando una situación doblemente crítica: por un lado, continuar con su gran labor de ayuda a tantas personas que la necesitan; y por otro, la de vivir, en primera persona, como el drama de la guerra sobrevuela sobre sus propias cabezas.

Oksana es psicóloga de la Aldea de Brovary, donde ha trabajado durante muchos años con familias de acogida que permanecieron en la Aldea Infantil SOS de esa ciudad. Así es como nos cuenta cómo ha vivido esta terrorífica situación en Brovary junto a sus dos hijos: “En este momento, estoy en un sótano. Los misiles están volando sobre nosotros. Estoy aquí con mis hijos: el pequeño tiene cuatro años y el hijo mayor tiene doce”.

La situación no fue nada fácil. Los niños que allí se encontraban durante los primeros días del conflicto percibieron varias explosiones, lo cual les asustó en gran medida.

“Todos los adultos notaron que los niños comenzaron a comer muchos dulces. Entonces algunos niños empezaron a tener enuresis, ansiedad, vómitos”.

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Una situación tan traumática como la vivida acarrea graves consecuencias psicológicas en adultos y, de mayor gravedad aún, en niños. Por ello, la ayuda psicológica durante estos momentos se muestra vital para poder sobrellevar la situación. “Tuve charlas con los niños, hice ejercicios de respiración, usé varios juegos y ejercicios y luego nos movimos para abordar la sensación de miedo. No los guíe hacia la emoción, pero lo dispuse como un juego pidiéndoles que describieran lo que sintieron antes, durante y después de asustarse, para que cada niño pudiera hablar”.

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En un contexto tan complejo, la reacción de los niños no fue inmediata. Según nos cuenta Oksana, el proceso hasta que comenzaron a expresar sus sentimientos fue gradual y progresivo, pero pone de manifiesto la importancia de su labor. “Al principio, estaban un poco cerrados, pero luego se abrieron y cada uno de ellos comenzó a hablar sobre sus miedos: cómo los experimentaron y estaban preocupados por las explosiones, cuánto miedo tenían de perderse el uno al otro o a sus cuidadores, que podrían sufrir daños físicos si se encontraran bajo las ruinas. Había muchos miedos… Los niños hablaban y hablaban y hablaban”. La ayuda psicológica a los menores se demuestra más indispensable que nunca ante circunstancias tan extremas como las presentes.

 

“Un niño, sin que nadie le dijera que lo hiciera, se vistió y simplemente se quedó de pie, vestido, con botas, esperando la indicación para correr a alguna parte”.

 

La situación ha supuesto la separación de miles de familias. Este hecho complica aún más la situación de los niños y niñas de Ucrania. Una vez más, se trata de un claro ejemplo de cómo los padres y educadores juegan un papel clave en el crecimiento de los niños. “Los niños están muy asustados. Un niño simplemente no va al baño sin su educadora o sin su madre, a pesar de que ya está en la adolescencia. Prefiere esperar y tener paciencia por la noche y no ir al baño”, asegura Oksana. La ausencia de estas figuras en un momento tan desolador puede ocasionar consecuencias completamente indeseables.

 

Una situación tan traumática como la vivida acarrea graves consecuencias psicológicas en adultos y, de mayor gravedad aún, en niños. Por ello, la ayuda psicológica proporcionada por el equipo de Aldeas durante estos momentos, alivia en gran medida posibles futuros daños.

«Al principio, estaban un poco cerrados, pero luego se abrieron y cada uno de ellos comenzó a hablar sobre sus miedos: cómo los experimentaron y estaban preocupados por las explosiones, cuánto miedo tenían de perderse el uno al otro o a sus cuidadores, que podrían sufrir daños físicos si se encontraran bajo las ruinas. Había muchos miedos… Los niños hablaban, hablaban y hablaban»

Oksana
Psicóloga en Aldeas Infantiles SOS Brovary

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Miles de niños, niñas, jóvenes y familias se encuentran desprotegidos. Necesitan nuestra ayuda.