Aumenta el índice de pobreza infantil
Aldeas Infantiles SOS alerta de que hay más niños y niñas en riesgo de pobreza y exclusión que al inicio de la crisis del 2008
Aldeas Infantiles SOS advierte de un mayor peligro para la infancia de discriminación, exclusión social, pobreza y desigualdad que en la crisis del 2008. Esto sucede como consecuencia de los daños económicos y sociales del coronavirus, especialmente en los niños que están en riesgo de perder el cuidado parental o ya lo han perdido.
Después de un descenso continuado de cuatro años en los índices de pobreza de los niños, niñas y jóvenes menores de 18 años, 2019 se ha saldado con un repunte. El indicador AROPE de riesgo de pobreza y exclusión social ahora se sitúa en 30,3 %, 0,2 puntos más que en 2008 y 7 puntos por encima del resto de la población adulta. España no ha cumplido con los objetivos del plan Europa 2020 de superar aquella crisis y lograr un crecimiento inteligente, sostenible e integrador que se plasmaron en 2011 en el Programa Nacional de Reformas.
Una crisis comparable a la de 2008
El reto español pasaba por reducir entre 1.400.000 y 1.500.000 el número de personas en riesgo de pobreza y exclusión social. Así como la pobreza infantil en proporción similar, de acuerdo con un indicador agregado que incluye a personas que viven por debajo del umbral de la pobreza (pobreza relativa); que sufren privación material severa; y que viven en hogares con una intensidad de empleo baja o nula. Sin embargo, Aldeas Infantiles SOS advierte de que ese pequeño ascenso en el indicador AROPE, que mantiene a casi uno de cada tres niños en riesgo de pobreza, es muy significativo a día de hoy, cuando todavía no se ha podido precisar el impacto socioeconómico de la pandemia. Todo apunta a que nos enfrentamos a una crisis comparable a la del 2008.
Y el punto de partida en esta ocasión es preocupante. Según los datos de la última Encuesta de Condiciones de Vida, un 4,5 % de los chicos y chicas menores de 18 años no puede permitirse una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días y un 6,1 % de los menores de 16 años presenta carencia material severa. Además, la tasa de paro entre menores de 25 años se situó en el primer trimestre de 2020 en el 33 %, muy por encima de la media europea. También hay que prestar atención al incremento de menores que no pueden acceder a un ordenador personal, porcentaje que se eleva de 0,4 puntos hasta alcanzar el 8,2 %. La brecha digital aumenta las desigualdades en un momento crítico en la transformación digital de la sociedad, como pudimos observar durante el confinamiento.
Aldeas Infantiles SOS estima que al menos 300.000 niños, niñas y adolescentes están en riesgo de perder el cuidado de sus padres en España. Más de 50.000 ya lo han perdido y forman parte del sistema de protección. Son ellos, especialmente, quienes “tienen más posibilidades que sus iguales de experimentar discriminación, exclusión social, inseguridad laboral, pobreza y problemas de salud”, según advierte el presidente de la organización, Pedro Puig.
Políticas de prevención efectivas
Por eso, con un nuevo Plan de Rescate europeo en marcha para amortiguar los daños económicos y sociales provocados por la crisis del COVID-19, Aldeas Infantiles SOS solicita al Gobierno un enfoque de infancia en sus políticas que ponga el foco en los más vulnerables. Así como lo reconoce la Resolución de Naciones Unidas sobre los Derechos de los niños sin cuidado parental o en riesgo de perderlo. El Ingreso Mínimo Vital, con el que el Gobierno pretende salvaguardar a las familias más vulnerables de los efectos de la crisis del coronavirus, tiene un alcance limitado y no pone el foco en la infancia. Con todo, es un buen paso.
“Cuando las familias se enfrentan a realidades complejas, puede resultarles muy difícil ofrecer a sus hijos lo que necesitan para crecer. Es preciso la puesta en marcha de políticas preventivas de fortalecimiento familiar que ayuden a superar la difícil situación en la que se encuentran y eviten la pérdida del cuidado parental”, sostiene Pedro Puig. Aldeas lleva más de cinco décadas trabajando para proporcionar un entorno familiar protector a los niños que no pueden tenerlo y fortalecer a las familias más vulnerables para evitar la separación de padres e hijos.
A mayor prevención, menor número de niños en protección y menor gasto público. En 2019, Aldeas Infantiles SOS ha atendido a 3.778 niños y jóvenes en los programas de prevención desplegados, entre otros, en familias, centros de educación infantil, centros de día y granjas escuelas, iniciativas educativas realizadas con colegios, relacionadas con los ODS trabajando temas como igualdad de género, prevención de la violencia, promoción de la salud e igualdad de oportunidades. También ha apoyado a 5.249 niños y niñas gracias a programas de atención no continuada, con iniciativas como El Güerto, Granada Educa o la granja escuela de la Aldea promocionando la relación entre naturaleza, sostenibilidad e inclusión.
Para hacer frente a los riesgos actuales, Aldeas insta a tomar medidas urgentes y reclama:
- Un pacto de Estado por la infancia y la adopción de medidas que mejoren la situación de los niños en riesgo de perder el cuidado parental.
- Garantizar que el Plan de Recuperación del Gobierno de España y el nuevo presupuesto de UE 2021-2027, destine al menos el 5% del Fondo Social Europeo Plus a la reducción de la pobreza infantil.
- Inversión y promoción en programas de Prevención como fue recomendado en la comisión de reconstrucción social y económica del Congreso, apoyando a las familias, niños y niñas en situación más vulnerable para evitar la innecesaria separación
- Fortalecer el sistema de protección incluyendo apoyos a jóvenes ex tutelados más allá de su mayoría de edad
- Valoramos la aprobación del Ingreso Mínimo Vital, pero creemos que, para lograr una reconstrucción social e inclusiva de las familias más vulnerables, es necesario avanzar hacia la prestación por hijo a cargo e invitamos al Gobierno a retomar la idea de ir realizando un incremento progresivo a lo largo de la legislatura.
- Ampliación de los servicios de protección social que garantizan el bienestar de las familias. Esto incluye programas de transferencia de efectivo, mejora del acceso a la salud, la educación y la vivienda; reducción de la brecha digital; y entrega directa de alimentos, así como materiales educativos y de higiene.
España tiene un compromiso con la Agenda 2030 que debe cumplirse, entre todos, debemos contribuir a la consecución del primer Objetivo de Desarrollo Sostenible 2030: Erradicar la pobreza en todas sus formas.