Aldeas Infantiles SOS proporcionó casi dos millones de servicios humanitarios en 2017
Madrid, 17 de agosto de 2018. Año tras año aumenta la cantidad de personas desplazadas por la violencia y la pobreza, planteando retos humanitarios cada vez mayores a la comunidad internacional. En el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, el presidente de Aldeas Infantiles SOS de España, Pedro Puig, sostiene que “el elevado número de niños que huyen de condiciones de vida insoportables nos muestra que es necesario un compromiso global más fuerte para proteger a la infancia vulnerable y garantizarles un futuro mejor”.
A lo largo de 2017, Aldeas Infantiles SOS asistió a niños y familias en riesgo afectados por conflictos, desastres naturales o migraciones en 26 países a través de 34 programas de emergencia. Estas acciones humanitarias incluyeron proyectos para dar respuesta a la sequía en Etiopía y Somalilandia, a distintas catástrofes naturales en Colombia, Haití, México, Mozambique y Perú, y a la crisis masiva de refugiados y desplazados derivada de los conflictos en Siria, Ucrania y la región del lago Chad en África occidental.
En total, las operaciones de emergencia llevadas a cabo por la organización de atención directa a la infancia durante el año pasado proporcionaron 1,8 millones de servicios humanitarios, en los que participaron 700 trabajadores y 350 voluntarios. Sus objetivos principales son la protección de la infancia, facilitar la reunificación de las familias y ofrecerles apoyo psicológico y social.
“Los niños son los miembros más vulnerables de todas las sociedades y necesitan protección especial y apoyo antes, durante y después de las emergencias. La acción humanitaria después de un desastre no es suficiente”, afirma el presidente de Aldeas Infantiles SOS de España, Pedro Puig. A través de sus diferentes programas de Protección, Prevención, Jóvenes y Emergencias, Aldeas está presente en 135 países en los que lleva décadas trabajando. Esta presencia estable y a largo plazo ha dotado a la organización de un profundo conocimiento sobre las necesidades de los niños y sus familias, y de una red de colaboradores nacionales e internacionales que le permite responder de forma inmediata cuando se produce un desastre.
“Al trabajar para reducir la pobreza y la desigualdad, mejorar la educación y las oportunidades, y proteger a los niños de la violencia, fortalecemos las comunidades y hacemos todo lo posible para brindar a los niños de todo el mundo la oportunidad de ser niños”, asegura Pedro Puig.
La tecnología al servicio de la ayuda humanitaria
Con el objetivo de anticiparse a los desastres, estar mejor preparados y actuar con mayor eficiencia, Aldeas Infantiles SOS ha lanzado el proyecto de preparación para emergencias E-Prep, con el que busca apoyar y fortalecer su capacidad de respuesta para atender las necesidades urgentes de los niños y sus familias.
En 2017, el programa E-Prep se implementó en fase piloto en Bangladés, Ecuador, Mali, Mozambique, Nicaragua, Níger, Somalia, Sudán del Sur, Siria y Ucrania. “Queremos concienciar a nuestros profesionales sobre la importancia de estar preparados ante una posible emergencia, de valorar con anticipación sus posibles consecuencias y de ser capaces de responder de la forma más eficaz posible”, explica Nikolai Snoek, asesor del equipo de respuesta de emergencias de Aldeas Infantiles SOS Internacional.
Para esta organización, determinar las capacidades de las comunidades locales, identificar a los colectivos más vulnerables y evaluar su propia capacidad de respuesta serán algunos de sus próximos objetivos en materia de ayuda humanitaria.
“Cuanto más preparados estemos, más fácil será actuar, nuestra logística estará mejor organizada y tendremos mejores directrices; todo con el objetivo de garantizar la protección, la atención y los derechos del niño”, señala Nikolai Snoek.
