Aldeas Infantiles SOS alerta sobre la crisis humanitaria que viven los migrantes venezolanos en las fronteras de Colombia y Brasil
- La organización de atención directa a la infancia pondrá en marcha dos Programas de Emergencia en las zonas fronterizas de ambos países para ayudar a los niños y a las familias especialmente vulnerables.
- Aldeas mantiene abierto un fondo de emergencia para ayudar a los migrantes venezolanos: ES79 0049 0001 5321 1003 3332.
La compleja situación política y económica que vive Venezuela ha obligado a cientos de miles de personas a abandonar el país con rumbo a Colombia y Brasil, generando una crisis humanitaria en ambas fronteras. Para dar respuesta a las necesidades de los migrantes venezolanos, en particular de los niños no acompañados y de las familias especialmente vulnerables, Aldeas Infantiles SOS pondrá en marcha dos Programas de Emergencia en Bucaramanga (Colombia) y en Boa Vista, Pacaraima, Goioerê e Igarassu (Brasil).
Los niños representan uno de los grupos más vulnerables en la crisis humanitaria que afecta al aproximadamente millón y medio de venezolanos que han abandonado su país, muy especialmente a los que viajan sin la compañía de adultos, a aquellos que se quedan solos en casa mientras sus padres trabajan o buscan un empleo y a los que se ven obligados a trabajar con ellos en las calles. Esto, unido a la situación irregular de los niños indocumentados, que impide su escolarización, aumenta el riesgo de abusos y explotación infantil.
Aldeas Infantiles SOS establecerá un Centro de Desarrollo de Familia y Comunidad en Bucaramanga, en el departamento de Santander (Colombia), una de las zonas con mayor concentración de inmigrantes. Se estima que existen más de 40.000 inmigrantes venezolanos asentados en la ciudad, de los cuales 10.000 son niños, y que, de estos 40.000, solo 8.000 tienen un estatus legal de inmigración.
En el Centro de Desarrollo de Familia y Comunidad, las familias tendrán acceso a apoyo psicosocial, asistencia legal y fortalecimiento familiar. Contará, además, con un Espacio Amigo de los Niños en el que los padres podrán dejar a sus hijos durante el día para que los pequeños participen en actividades lúdicas y educativas, y satisfagan sus necesidades de higiene y alimentación.
La organización también trabajará, en coordinación con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, para promover la reintegración familiar de los niños que se han visto separados de sus familias y actualmente viven en instituciones oficiales del sistema de protección de menores. Asimismo, proporcionará acompañamiento a las familias con el fin de reforzar sus habilidades parentales y ayudarlas a restablecer la normalidad en sus vidas. Finalmente, para prevenir la discriminación entre los miembros de las comunidades locales, la estrategia incluirá actividades de sensibilización que promuevan la integración de los inmigrantes.
Aldeas prevé que 2.400 personas se beneficiarán de este programa entre niños, jóvenes y familias, de los cuales 1.600 serían inmigrantes venezolanos y 800 pertenecerían a las comunidades de acogida locales.
Colombia es el principal país de destino de los aproximadamente 1,5 millones de venezolanos que han abandonado su tierra, lo que viene a sumarse a las dificultades derivadas de largos años de desplazamiento interno provocado por la violencia y el conflicto colombiano.
Brasil sin Fronteras
El Programa de Emergencia de Aldeas Infantiles SOS en Brasil tendrá dos líneas de intervención. Por una parte, proporcionará apoyo a los dos refugios existentes en Boa Vista y Pacaraima, donde un equipo multidisciplinar facilitará también a los inmigrantes cursos de formación profesional y de portugués, así como apoyo para acceder a la red de asistencia social y ayudas económicas a familias con niños y adolescentes, con las que se desarrollarán Planes de Desarrollo Familiar.
En segundo lugar, Aldeas trabajará con la comunidad local para la integración de los refugiados y proporcionará alojamiento a familias con niños menores de 18 años en edificios plurifamiliares situados en los municipios de Goioerê e Igarassu. En total, 600 personas pasarán por 30 hogares en estancias de seis meses.
Se calcula que el programa, que se ha bautizado con el nombre de “Brasil sin Fronteras”, dará apoyo a 2.200 venezolanos, fundamentalmente a aquellos niños que viajen solos o que estén acompañados de un solo progenitor, así como a mujeres embarazadas y familias numerosas.
Los efectos de la crisis
Cada día, 37.000 personas llegan a Colombia desde Venezuela utilizando la Tarjeta de Movilización Fronteriza (una tarjeta especial de migración) para comprar alimentos, trabajar o recibir asistencia sanitaria. Alrededor de 35.000 vuelven a Venezuela el mismo día. Esto significa que 2.000 venezolanos dejan diariamente su tierra por este procedimiento, a los que hay que añadir aquellos que salen del país utilizando su pasaporte.
Al mismo tiempo, más de 70.000 venezolanos ya han cruzado la frontera con Brasil por Pacaraima. En la ciudad de Boa Vista, a 200 km de la frontera, se concentran más de 40.000, representando ya el 20% de la población del municipio, lo que conlleva la saturación de los servicios y el apiñamiento excesivo de los refugios.
El impacto de esta crisis es mayor en los sectores más vulnerables de la población, como los niños, las familias monoparentales y los pueblos indígenas.
Aldeas Infantiles SOS ha abierto un fondo de emergencia para ayudar a los migrantes venezolanos en Colombia y Brasil: ES79 0049 0001 5321 1003 3332.